Deakialli DocuMental

Los de la Carlos III estamos además en Second Life, en Facebook, en Twitter, en Tuenti… usamos wikis de modo interno, nos reunimos en zoho, exponemos en Slideshare… y andamos ahora investigando más cosas.
Salu2

Por mi parte aporto estos esjemplos que algunos se solapan con los tuyos

http://delicious.com/didacmargaix/bibliotecas_universitarias+ejemplos

Afortunadamente son tantos, que ya resulta dificil ser exhaustivo.

El tema da para mucho, tanto que no me quiero meter (que ya sabeis que no me gusta generar conflicto ). Pero si que se pueden crear herramientas sostenibles, pero hay que creerselas. Si se hacen para impresionar al vicerrector, director o profesores fracasarán; si se hacen para estar en contacto con los usuarios, especialmente los que ya utilizan estas tecnologías, tendran éxito, o no, pero entonces se cambia y ya está.

Otro día os cuento la fantástica conferencia que Faraón Llorens Largo (Vicerrector de Tecnología e Innovación Educativa de la Universitat d’ Alacant) impartió en Valencia.

Permitanme mi osada intromisión en el reino de las bibliotecas y su situación respecto de las nuevas tendencias.

En primer lugar decirte que el uso de herramientas sociales, o de servicios 2.0, no implica un cambio de mentalidad ni una participación en la conversación de igual a igual. De la misma forma, no es necesario adoptar todo tipo de servicios “modernos” para poder escuchar a los usuarios.

La implantación en las bibliotecas de la “web social” pasa por darle voz y voto al usuario y sobre todo por escuchar lo que piden y responder en igualdad de condiciones a sus comentarios, sugerencias y quejas. Esto és más dificil en instituciones públicas donde los conductos para conseguir cambios son muy rígidos y largos.

Espero no haber divagado mucho con este comentario. Saludos

Dídac…”no es por malmeter, pero…” qué va, que tienes razón, que sí, que me convences…has dado en el clavo: creérselo. Pero todos.Y saber modificar. Y que sean evaluables desde el principio para poder detectar las carencias. Y que quien tenga las iniciativas pueda ser escuchado. Y si no funcionan, pues entender por qué.

En primer lugar muchas gracias a Catuxa por citarme en tu post. Creo que son ya muchas las bibliotecas universitarias (es el terreno que mejor conozco), que se están sumando al carro de la web social. La prueba la tenéis en que el mapa de bibliotecas españolas 2.0 que tenemos en google (por cierto que a ver si la gente se anima porque son más de los que están). Y tambien si comparamos lo que había en octubre de 2007 y lo que había en diciembre de 2008.
Yo creo que hemos avanzado mucho, cualitativa y cuantitativamente y estamos teniendo un desarrollo similar al del resto de los paises; empezamos más tarde pero nos estamos poniendo las pilas: no hay Biblioteca Universitaria que no haya organizado un curso sobre la web social o esté en ello, ni asociación de profesionales que se precie, ni Jornadas, Congresos o masters que no incluyan este tema telacionado con el marketing, las nuevas tecnologías y el futuro del libro y las bibliotecas. En los programas de ALFIN de las bibliotecas universitarias estamos incluyendo la alfabetización en y con Web 2.0 (con el respaldo de REBIUN).
Si existen como dice Sigrid, aplicaciones de la web social que parecen abandonadas, que las hay y muchas, han sido producto de esa fase de experimentación y testeo absolutamente necesaria para convencer primero (porque hay que convencer, eso no nos lo quita nadie), y posteriormente decidir cuales son las herramientas más apropiadas para tu servicio teniendo en cuenta los recursos de que dispones. Yo creo que nos encontramos en esa fase en la que los más lanzados ya hemos experimentando (o estamos en ello), y los más cautelosos están esperando qué herramientas consolidan los lanzados. En la Universidad de Sevilla hemos elaborado unos documentos que fijan unas pautas de actuación para un mínimo control de calidad de las herramientas que usamos. De todas formas, y aunque creo que estamos ahora empezando a recoger unos frutos después de mucho predicar, si los jefes, directores, responsables, gestores, coordinadores, etc., no se lo creen, el proyecto puede acabar en marketing puro y duro. Como siempre dependerá de lo que sigamos haciendo los que si nos lo creemos.