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Preparando una semanita aislada del mundo, con poca de tierra de por medio y nada de conexiones wifi, 3G, cable, etc… y con la intención de no sobrecargar la maleta más allá de lo estrictamente necesario, pretendí hacer acopio de una buena selección de lecturas para entretener las noches y dias de travesía, con las que cargar el iPad, y como buena usuaria de bibliotecas intenté que éstas satisfacieran mis demandas de lecturas de información y evasión como vienen haciendo desde siempre…

El problema: la oferta de contenidos electrónicos en las bibliotecas de nuestro país sigue siendo anecdótico, testimonial, gancho… o como queramos llamarlo, por tanto o te acercas con tu e-reader a la biblioteca más próxima (suponiendo que ésta cuenta entre sus fondos con libros electrónicos) y te conformas con cargar el material que tengan (el que tengan no el que buscas) en tu lector o sólo te quedan dos opciones:

  • Rascarte el bolsillo para comprar por tu cuenta el libro electrónico que estas buscando (con grandes problemas para prestarlo tras su lectura a quien te venga en gana como harías con cualquier amigo interesado en leer ese libro del que todos hablan)
  • Hacer una simple búsqueda en Google por el título/títulos que buscas y en menos den 5 minutos tener al alcance de la mano todos los libros que andas buscando a texto completo

piratas HUESOS

Resumiendo: ser piratilla en temas culturales en España es mucho más sencillo y rápido que mantenernos en la legalidad… Por no hablar de los muchos usuarios que las bibliotecas están perdiendo por no poder (no por no saber) satisfacer sus demandasd. Pongamos un ejemplo: las bibliotecas públicas llevan semanas recibiendo las peticiones de mujeres de todas las edades que quieren leer la trilogía que ha revolucionado el panorama literario en toda Europa y en EEUU “50 sombras de Grey y sus secuelas“, sin entrar a valorar la calidad literaria de la obra de E.L. James, ni la absurda diatriba que tan bien ha explicado Verónica Juarez de si es pertinente o no su existencia en una biblioteca la realidad es que el 99% de las usuarias se van a su casa sin el libro de las bibliotecas al encontrarse siempre prestado, un alto porcentaje decide buscarlo en la red y tras su fácil y rápida descarga descubre un mundo nuevo… y muchas pensaran “paso de ir más a la biblio, ahora que tengo e-reader es más fácil y rápido bajarme los libros por la red…” en consecuencia, un alto porcentaje de esas mujeres no vendrán más a la biblioteca, a menos qué?

A menos que la biblioteca ofrezca un valor añadido, algo más allá de prestar y devolver material demandado… pero ¿estan las bibliotecas ofreciendo algo más? ¿sabemos los bibliotecarios dar ese valor añadido? ¿la falta de respuesta de las bibliotecas ante las necesidades de los usuarios está contribuyendo a un aumento de las descargas ilegales de libros en la red?

… mi propia experiencia hace unos días ante bibliotecas llenas de libros físicos y unas docenas de electrónicos pero que obligan al usuario a desplazarse físicamente para llevarlos en préstamo… y lo sencillo e inmediato que resulta la descarga ilegal,  me ha hecho valorar la gran oportunidad que las bibliotecas tienen en estos momentos para fidelizar y captar nuevos usuarios con nuevas necesidades… lo dificil es ahora ponernos a trabajar en ello.


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