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A menudo nos quejamos de lo pésimas que son las webs de las bibliotecas, de lo poco explotadas que están, del nulo servicio que ofrecen, etc,  y eso en el caso que la biblioteca disponga de página web propia, que no sea una mera trasliteración digital del contenido de una tarjeta de visita al uso o que sea fácilmente actualizable por el personal bibliotecario…

Y el gran éxito y aceptación de los blogs corporativos en bibliotecas, creo que sin lugar a dudas está en que vienen a cubrir un vacío o a sanar un problema (la dichosa y engorrosa página web de la biblioteca x y las disputas con el informático de turno) y además es un consejo que siempre doy en mis cursos (ante los muchos problemas que reconocen tener los compañeros bibliotecarios para disponer o actualizar la web corporativa, siempre les digo): ábriros un blog y publicar lo que tengais que decir a vuestros usuarios.

Afortunadamente, cada vez más, a la hora de crear o rediseñar una web corporativa, se realiza previamente un estudio de las necesidades, se comparan los mejores ejemplos existentes y los responsables de llevar a cabo el proyecto tienen (o deberían tener) conocimientos de diseño centrado en el usuario, usabilidad y accesibilidad web y realizan pruebas con grupos de usuarios por diferentes perfiles (en el caso de una biblioteca pública: niños, adolescentes, universitarios, amas de casa, jubilados, trabajadores en activo, bibliotecarios …)

Los que me conoceis o leeis desde hace tiempo, sabreis de mi animadversión por las páginas web de bibliotecas sin contenido y huecas, poco usables, inaccesibles, y en constante desactualización. Por ello nada mejor que repasar el artículo de Brian Mathews, Ten essentials for any library site, publicado en Library Journal, en el que nos ofrece 10 consejos, con ejemplos, que todo bibliotecario debería tener en cuenta a la hora de pensar en la página web de su biblioteca. Tomo nota y anoto mi interpretación de sus consejos:

  1. Promoción: utilizar la web de la biblioteca para anunciar y recomendar todo tipo de eventos, actividades, servicios, etc. pero siempre teniendo presente que a veces lo evidente es invisible a los ojos, evitar el famoso efecto de “la ceguera del banner” innovando la forma en que presentamos la información.
  2. Segmentación: adecuar nuestros contenidos al perfil real de sus destinatarios, o lo que es lo mismo, llevar a la práctica lo que hemos aprendido de la larga cola, y además ya lo decia Ranganathan: “los libros son para usarse, a cada lector su libro, a cada libro su lector, hay que ahorrar tiempo al lector, la biblioteca es un organismo vivo en expansión” y que sin duda hoy él mismo traduciría en: las web son para usarse, a cada internauta su web, a cada web su internauta, hay que ahorrar tiempo al internauta, la web de la biblioteca es un organismo vivo en expansión. Como ejemplo yo apunto la Web de la Heneppin County Library, que nunca me canso de recomendar, una de los mejores ejemplos en segmentación de información por perfiles (bebes, niños, adolescentes, mayores de 55, inmigrantes…)
  3. Señales visuales: enriquecer el texto con iconos y símbolos que orienten al usuario acerca del contenido del texto que están leyendo o del enlace que se disponen a pinchar. El mejor ejemplo lo encontramos en la Biblioteca de la North Carolina State University de la que por cierto me he quedado alucinada viendo como cambia y se actualiza el mapa con información sobre la disponibilidad de uso de su oferta de ordenadores.
  4. Una imagen vale más que mil palabras: aprovecharnos, sin abusar, del efecto visual de una buena imagen, sacar partido y enseñando en imágenes, la originalidad arquitéctonica del edificio de la biblioteca, el mobiliario de diseño del que disfrutan nuestros usuarios, la tecnología punta que ofrecemos a nuestros socios,  la exposición de pintura que alojamos en el hall, o la mesa de novedades incorporadas al fondo… En Flickr encontramos buenísimos ejemplos de bibliotecas que muestran en sus albumes de fotos los interiores de sus centros o los mejores proyectos arquitectónicos de bibliotecas. Y sin disponer de diseños de bibliotecas de última generación, todos tenemos algo que podemos enseñar a través de un buen album de fotos online: una visita, un rincón de la biblioteca, el personal…
  5. Cajas de búsqueda: incorpora en cada página de tu sitio web una opción de búsqueda, ayudando al usuario a localizar la información que está buscando, sin importar donde esté.
  6. Versión de la web para dispositivos móviles: diseñar nuestros contenidos pensando también en los muchos usuarios que accederan a nuestra web a través de un teléfono móvil o una pda por ello siempre es importante ofrecer una versión de la web para móviles con información básica de horarios, localización, catálogo, etc
  7. Retroalimentación: en plena era Web 2.0, no podemos olvidarnos de disponer de suficientes espacios para que los usuarios se hagan oir, transmitan sus comentarios, sugerencias, quejas, etc y que podamos escucharlos. Nunca debemos olvidar que a veces los árboles no nos dejan ver el bosque y nadie mejor que la gente que usa la web o la biblioteca física, para ayudarnos a mejorar.
  8. Redundancia: aplica en tu web eso de que todos caminos llevan a Roma, no tengas miedo a la redundancia, siempre que eso ayude al usuario a encontrar lo que busca o llegar a donde quiere. Nunca debemos dar por hecho que algo está suficientemente claro de por sí, y sobre todo, somos nosotros los que debemos adecuarnos a su lenguaje y a su forma de navegar por la web, no al contrario; pocos sabran qué es dejarnos una desiderata, pero todos querrán dejarnos una sugerencia de compra…
  9. Mejora contínua: analizar las visitas recibidas a la web, el comportamiento de los usuarios cuando navegan por nuestro sitio, conocer de donde provienen las visitas, cuales son los enlaces más visitados, el tiempo que pasan en cada sección, el navegador utilizado, etc son datos que nos ayudarán a conocer mejor a nuestros usuarios y que sin duda serán la mejor receta para mejorar nuestra web que siempre debe estar en permanente estado de mejora, en fase beta.
  10. Bibliotecarios 24/7: la página web de una biblioteca es realmente efectiva cuando en ella encontramos la misma información y el mismo servicio que accediendo a la biblioteca físicamente; para conseguir ésto tenemos a nuestro alcance servicios de referencia online que nos ayudan a comunicarnos en tiempo real con nuestros usuarios.

Me quedo con los consejos de Brian Mathews quien ademas es bibliotecario, experto en orientación al usuario, y en sus recomendaciones encuentro los elementos característicos de la Web 2.0 y por ende la Bibliloteca 2.0:

  • beta perpetua
  • larga cola
  • aprovechamiento de la intelencia colectiva
  • servicios 24/7
  • etc

Lo bueno sería ahora encontrar ejemplos en España, para cada uno de sus consejos…


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