Prohibido prohibir en la biblioteca: la Delf Public Library de Holanda
14 de enero, 2009 por Catuxa
Llevamos tiempo hablando de lo ideal que es la biblioteca 2.0, de la filosofía de servicios accesibles e atemporales, de trabajar para el usuario y con el usuario, etc… pero la realidad es que siguen siendo muchas las bibliotecas que decoran sus paredes y guias de servicio con los famosos: prohibido xxxx en la biblioteca.
Michael Stephens lleva tiempo recopilando en su blog imágenes de buenos y malos usos de las restricciones en bibliotecas para comer, hablar, contestar al teléfono, dormir, jugar, etc, una de ellas que me ha encantado es la de la Delft Public Library en Hollanda:
DOK is the place to be in Delft when it comes to books, films, music art and magazines. For a small fee you get access to a world of information, inspiration and entertainment. A better friend than Google is at hand when you need information or advice on the latest films, books, CD’s or art.
La que aspira a ser considerada el mejor centro bibliotecario del mundo, se preocupa y trabaja mucho en mejorar la comunicación con los usuarios, no sólo destaca por intentar aplicar las ultimas innovaciones en sus servicios, sino que echando un ojo a una de sus salas, nos podemos imaginar como reciben y tratan a sus usuarios:
En la imagen podemos apreciar un espacio acondicionado para la lectura, el estudio, el trabajo y la comida y bebida. En la Biblioteca Píblica de Denver no hay reglas, y la comida y bebida tambien se vende en la biblioteca, y a la vista, no parece que sus usuarios sea poco incivilizados… sino todo lo contrario, la gente disfruta de su tiempo en la biblioteca mientras saborea un buen capucchino o sacia su gula con un bollo de chocolate.
Ésto es biblioteca 2.0, espacio para todos, long tail, no centremos solo nuestros servicios en lo que demanda la mayoría, sino que adecuemos nuestros fondos, pero también nuestros espacios a las particularidades de cada ciudadano: una sala para hacer trabajos en grupo, un rincon para leer en silencio, una sala para recibir y hacer llamadas por el movil, etc.
Bonita Public Library en San Diego, California donde es posible utilizar el móvil en la biblioteca
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Catutxa Seoane describe en esta nota de Deakiallí ejemplos de cómo es posible la relajación en las normas de uso de bibliotecas: permitir comer, usar móviles en algunos espacios, etcétera, defendiendo este enfoque de los servicios como cercano a l…
Enhorabuena por esta nota y saludos cordiales
¿Es la hora de que la biblioteca se convierta en un espacio de ocio de verdad? Tal como lo entienden las empresas dedicadas a la cultura como la Fnac, por ejemplo, donde tienen cafeterías y espacios dedicados a la lectura.
Creo que sí.
Muy interesante el post Catuxa, recuerda al tipo de concepto de biblioteca que presentaba el Arquitecto Luis Fernández Galiano en las X Jornadas de gestión de Información del SEDIC de noviembre, en las que habó del proyecto de Rem Koolhaas para la biblioteca pública de Seattle y del de Herzog & De Meuron en Cottbus, Alemania. Entendiendo la biblioteca como un lugar de ocio, esparcimiento y socialización, no simplemente un lugar de lectura.
[...] Vía|Deakialli [...]
Como bibliotecario escolar paréceme un post do máis interesante, útil e que formula unhas cantas reflexións. Moitas grazas.
Gracias José A.
Como bien apuntas, Marcos, la biblioteca tiene que mirar a sus competidores, FNAC, es uno de ellos, si no lo hacemos, nuestros centros quearan relegados al ostracismo.
Ainhoa, lamentablemente no pude asistir a las jornadas del SEDIC, y eso que las tenia en tema preferente, pero el trabajo obliga!, me han hablado maravillas de algunas de las propuestas que se expusieron.
Antonio, grazas a vos, os bibliotecarios escolares por todo o que estades facendo polas bibliotecas escolares, amosandonos ao resto dos profesionais, que todo é posible cando se teñen gañas. Felicidades polos vosos blogs, e especialmente por INICIARTE, ao que sego e seguemos na miña casa polas tus novas sobre arte e arquitectura.
[...] que la tendencia más 2.0 que le gustaría acometer en su biblioteca de Muskiz es precisamente servir cafés, porque las bibliotecas, más allá de los libros, comprueban cómo sus usuarios demandan, además [...]