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Lamentable, dicen que estamos ya en el s. XXI, y mientras los profesionales de la información y la documentación aprovechamos las bondades de la tecnología y las herramientas informáticas para ofrecer más y mejores servicios a nuestros usuarios, otros, que sólo pisan una biblioteca para subrayar libros y memorizar apuntes, abogan por hacer desaparecer, y prohibir, el uso de ordenadores en las bibliotecas:

[...] en mi nueva vuelta a la biblioteca, hay un aparato que creo que debería estar prohibido: el ordenador portátil. La primera palabra que asocias con biblioteca son libros. Creo que la segunda es silencio. Y qué le vas a decir a alguien que está usando un ordenador. Oye, perdona, ¿te importa teclear más flojito? No entiendo por qué la gente que tiene que hacer trabajos a ordenador, no se busca otro sitio para realizarlos.

[...] Creo que es una cuestión de respeto a los demás. Quiero creer que la gente que teclea sin parar en un sitio de estudio es porque no lo puede hacer en otra parte. Pero una biblioteca no es un lugar adecuado. Pidamos salas y edificios para que puedan hacer de la mecanografía un arte y no un suplicio.

Las progresistas ideas anteriores, son de una usuaria que confunde a las bibliotecas con las salas de estudio, o quien aun no se ha enterado de que libro y documento lo es también un archivo electrónico o una página web y que no tienen porque existir en las bibliotecas fisicamente. La usuaria tampoco sabe que la información, el saber y los documentos, navegan por la red y se deposita también en base de datos y repositorios digitales, para cuya consulta es imprescindible un dispositivo electrónico.

A la vista está que tampoco sabe (ni ella ni los muchos comentaristas que secundan sus ideas) que las bibliotecas no son templos de silencio para el estudio y memorización, sino que se trata de centros dinámicos de información en cualquier tipo de soporte, donde se organizan actividades, se imparten cursos y uno se orienta con el bibliotecario referencista.

Querida Laura Ruiz Vaquero el que quiera estudiar que se vaya a las salas de estudio, no a las bibliotecas, y puestos a seguir tus ideas, también deberían prohibir entrar a niños, ancianos y cualquiera que vaya con idea de asesorarse con el personal.

Nuestras bibliotecas y bibliotecarios luchando por la biblioteca 2.0, la instalación de puestos de consulta en red, wifi, blogs, … y algunos nos vienen con estas…


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