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Todos, y no sólo los más viejos, nos hemos visto diciendo en alguna ocasión ¡cómo han cambiando las cosas desde …! Y si echamos la vista atrás todos podemos recordar cómo buscábamos y accedíamos a la información antes de Internet… aunque mejor no pensarlo.

¿Cómo nos informamos en el día a día? ¿cómo lo hacíamos antes y cómo lo haremos en unos años?

A través de un recorrido histórico desde el año 1800 hasta el 2020, Thomas Baekdal ilustra en Where is Everyone? de manera magistral la transformación de los canales de acceso a la información a lo largo de la historia; Baekdal va estableciendo los modos de comunicación empleados por nuestros antepasados, los utilizados por nuestros abuelos y padres, los que son parte de nuestro día a día hasta llegar a las fuentes de información con las que contarán nuestros hijos.

En el 1800 la única forma de “enterarse” de algo era saliendo a la calle y encontrarse con la gente; en una época en la que no existía la publicidad si querías dar a conocer tu producto o conocer las ofertas disponibles, el único modo de hacerlo era acercándose hasta el mercado.

El boca a boca y el corre ve y dile eran los medios de información con los que contaban nuestros antepasados que empezaban a descubrir los periódicos y las revistas que pronto fueron adoptados por la ciudadanía como vía de escape e instrumento revolucionario que permitía enterarse de noticias acontecidas a miles de kilómetros sin tener que salir de tu ciudad.

La prensa escrita dominó durante más de 60 años la comunicación de las personas, que se veían avocadas a acudir a los periódicos si querían conocer qué estaba pasando en el mundo o saber más sobre un producto; mientras que en 1920 un nuevo medio de comunicación, la radio, permitía escuchar la voz de otra persona a miles de kilómetros de distancia y sobre todo supuso el nacimiento del acceso a la información en vivo y en directo.

La prensa escrita respondió a esta dura competencia con la publicación de noticias más elaboradas, reportajes en profundidad y la promesa de seguir mejorando la calidad de los periódicos y las revistas ofreciendo un valor añadido a las noticias, sin contar que pronto en la década de los 40, se uniría a la lucha por la información un medio de comunicación, la TV, que superaba con creces las posibilidades de la radio, ahora no sólo podias escuchar las noticias a tiempo real, sino que además podías verlas.

Durante años la TV fue la gran vencedora, la radio sobrevivía como recurso para escuchar música y la prensa escrita hacía todo lo que podía para sobrevivir, al tiempo que en la década de los 90 el gigante de la comunicación y la información, Internet, empezaba a vislumbrarse y llegó para quedarse.

En 1998 la ciudadanía y las empresas empezaron a vislumbrar la importancia y posibilidades de no quedarse fuera de Internet, que poco a poco se estaba convirtiendo en la telaraña mundial de información, la herramienta de comunicación e información que permitía enterarse de lo que pasaba en cualquier lugar y en cualquier tiempo sin moverse de la silla y en un par de pasos, adoptando además, un nuevo tipo de lectura: la hipertextual.

A inicios del 2000 la gente comenzó a entender que Internet era mucho más que una fuente de información sino que además de servir para informarnos, permitía que pudieramos participar de la conversación, dejar de ser meros expectadores a convertirnos en actores, por primera vez en la historia de la comunicación podíamos elegir lo que queríamos ver y escuchar en cada momento y era posible la réplica: empezó a gestarse el blogging, la gente podría crear su propia esfera de información sin conocimiento técnicos.

A partir del 2004 todo el mundo quería explorar y contribuir a la expansión de Internet, la gente creaba sus sitios, explora toda aplicación web que hubiera y todos tenían algo que decir, por primera vez como seres humanos  estábamos siendo expuestos a más información de la que podíamos consumir, lo que se llamó infoxicación (sobrecarga de información).

Tan sólo 7 años después de la democratización de la Red la Tv dejó de ser la primera fuente de información y los periódicos luchaban por sobrevivir. La importancia de lo social inunda los sitios web, todos quería conversar con todos, opinar, comentar e interactuar con los amigos y los medios de comunicación tradicionales no daban respuesta a sus necesidades y pese a las iniciales reticencias se vieron obligados a abandonar su modo de estático y pasivo de informar para facilitar que los ciudadanos fuesen una parte activa e importante de la información.

En la actualidad Internet domina completamente el mundo, los periódicos que han sobrevivido lo hacen con la soga al cuello, se ve menos TV que nunca e incluso los sitios web tradicionales o están muertos o en coma irreversible, todo ello motivado por la gran fuerza del flujo constante de información que se reproduce en las redes sociales.

En los últimos 210 años hemos conseguido:

  1. Informarnos sin importar dónde sucede la noticia
  2. Descargar información “completa”
  3. Informarnos en vivo y directo
  4. Decidir cuando y donde informarnos y cuando c0nsumir esa información (por ejemplo televisión a la carta)
  5. Participar e interactuar con la información
  6. Publicar nuestros propios contenidos
  7. Convertirnos en la información en si misma (un buen ejemplo es la portada de The Time del 2006 en dónde el personaje del años eres tú)

Y si es de gran interés conocer como se ha transformado el mundo en lo que a comunicación se refiere, más aún, por la parte que nos toca es vislumbrar qué nos espera ahora, y nuevamente de manera encomiable, Baekdal, aporta pistas y vislumbra hechos futuros y no tan futuros como es el caso de la creciente explotación de los servicios móviles para obtener y difundir información a tiempo real, en cualquier lugar y tiempo con una conexión a Internet y en ese aspecto se está trajando en la geolocalización y personalización de las búsquedas (obtener sólo aquello que realmente me interesa dada mi localización e intereses).

El 2020 está a la vuelta de la esquina y Baekdal se atreve a asegurar que en estos 10 años que nos separan veremos (y ya vemos) como:

  • La prensa escrita y la TV desaparecerán o pasarán a un segundo plano, las páginas webs se convertiran en contenedores de recursos donde aglutinar todo lo que suce en otras plataformas sociales e interactivas.
  • La información se personalizará y adaptará a los intereses y gustos de cada uno (algo similar a lo que hace Last.fm para la música).
  • Demandaremos “información inteligente” que combina datos y conocimiento contrastado, de diferentes fuentes.
  • La información estará disponible desde cualquier interfaz: accederemos a ella desde un ordenador, un teléfono, el coche, un reloj, la nevera o desde la propia ropa.

Un artículo extenso pero que merece la pena dedicarle su tiempo, y que sin duda nos hará que pensar, me quedo con una de sus últimas reflexiones:

The information stream will be a natural part of every second of your life. It is not something you get, it is something you have.

Y ¿nosotros estamos preparados para esos cambios? ¿estamos contribuyendo a la transformación de acceso y difusión de la información? ¿somos actores o “televidentes” de esa transformación?


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