Subscríbete a
Posts
Comentarios

En la última edición de la Comunidad 2.0 se hablaba de marketing viral y entre los numerosos comentarios se compartieron algunas posibles campañas de marketing para nuestras bibliotecas. Una que me llamó especialmente la atención fue la aportación de Pablo Garcia, su propuesta no tiene desperdicio:

Tomando como referencia al provocador Follonero, se me ocurre un posible ejemplo de marketing viral algo tonto dirigido a un amplio sector: imaginaros que una persona dice haber perdido su décimo premiado de lotería o euromillones en un ejemplar de la colección de novela negra (amplia y poco consultada) devuelto a la biblioteca de su barrio. Es probable que los medios se hicieran eco rápidamente del suceso y también más que probable que el número de personas que se acerquen al centro a consultar la colección de novela negra se multiplique exponencialmente. ¿Engaño? sí, pero el alboroto estaría garantizado.

Sin duda, causarían revuelo en nuestras bibliotecas, aunque implica cierta dosis de imaginación y falsedad, pero como en el caso de la leyenda urbana que afirma que en las listas de los más leídos, empresas como Amazon siempre cuelan algun libro olvidado per seculo seculorum par avivar sus ventas.

¿Es ético, profesionalmente, utilizar estas tretas y argucias tan propias del mundo empresarial? ¿el fin justifica los medios?


Posts relacionados