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Cuidado con lo que buscas

Un juez estadounidense ha aceptado como prueba de asesinato las búsquedas del acusado almacenadas en el historial del buscador Google:

La lista de búsquedas ha sido la última evidencia encontrada. El acusado utilizó el buscador Google para encontrar páginas relacionadas con términos como “romper”, “cuello” o sujetar”. Además, un forense encontró búsquedas sobre lagos, nivel de aguas y rampas de embarcaciones apenas cuatro días antes de denunciar la desaparición del cuerpo de su mujer, el 22 de enero de 2003.

Si se sienta precendente y la costumbre hace ley… más nos vale eliminar los rastros de nuestras inmersiones en Google, no vaya ser que buscar información sobre AlQaida sea la prueba para involucrarnos en una trama terrorista.

[Vía Libertad Digital]


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